Un vuelo contratado por Washington traerá al país a 16 ciudadanos argentinos expulsados bajo las políticas antimigratorias de Donald Trump. Según estimaciones, ya son unos 300 los connacionales que fueron repatriados en este tipo de operativos
En las próximas horas, llegará al Aeropuerto de Ezeiza el primer avión contratado especialmente por Estados Unidos para deportar ciudadanos argentinos, a través de la compañía Omni Air International. El vuelo aterrizará en la madrugada del jueves, tras realizar escalas en Bogotá y en Belo Horizonte para dejar a migrantes colombianos y brasileños.
A diferencia de casos anteriores en los que los argentinos eran enviados en vuelos de línea, en esta ocasión se utilizará un operativo conjunto que incluye a varias nacionalidades. Se trata de personas acusadas de violar leyes migratorias y, en algunos casos, de haber cometido delitos como robos o violaciones. Según pudo conocer Infobae, se trataría de 16 pasajeros y, en esa línea, fuentes diplomáticas señalan que se trata de un contingente reducido en relación con la capacidad total del avión, que puede transportar hasta 247 pasajeros.
La noticia se manejó con extrema reserva en la Cancillería argentina, que buscó evitar un conflicto diplomático con Estados Unidos. A diferencia de lo ocurrido con gobiernos como el de México o Brasil, que protestaron por el trato a sus ciudadanos, la administración de Milei se volcó al silencio, en un contexto de acercamiento político con Trump y en medio de gestiones para intentar restablecer el ingreso de argentinos sin visa al país norteamericano, aunque sin éxito.
De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense, los vuelos de deportación tienen como objetivo repatriar a extranjeros que ingresaron ilegalmente, que no tenían autorización para permanecer en el país o que fueron condenados por distintos delitos. En Sudamérica, la mayoría de los operativos tuvieron como destino a Brasil, que desde comienzos de año recibió más de 1.900 deportados en 21 vuelos similares.
Sin embargo, con el arribo de este primer vuelo charter con 16 compatriotas, la cifra de expulsados desde Estados Unidos asciende a cerca de 300, lo que confirma la magnitud de la política migratoria de Trump y el impacto que comienza a tener también en el vínculo, al margen de que el estadounidense sea el ídolo del mandatario argentino.